Policías, agentes del INM y narcos lo que quieren es “chingarse” a los migrantes, denuncia el padre Solalinde

Ciudad de México, 19 de diciembre.– Los migrantes son un botín para los cárteles del narcotráfico, para las autoridades de migración y para los policías de cualquier nivel. 

“Lo que quieren es chingárselos”, acusa el padre Alejandro Solalinde, uno de los personajes con más autoridad en el tema en México.

Los migrantes sufren extorsiones mientras viajan en el tren “La Bestia”, y si no las pagan son bajados y posteriormente golpeados, macheteados e incluso asesinados por grupos que trabajan para el crimen organizado. 

También sufren robos de su dinero y de sus escasas pertenencias y son secuestrados por grupos de la delincuencia organizada, y se les prohíbe el libre paso por México por parte de las autoridades, que sin pretextos les piden sus papeles, a pesar de que eso es ilegal. “Extorsión es hecha por el Cártel del Golfo. Secuestro es de parte de los Zetas”, explica el experto. 

“El Instituto nacional de Migración (INM) es un instrumento policial de seguridad que garantiza cumplimiento con Estados Unidos”, dice Solalinde. “El Grupo Beta (del INM), da atún y galletas a los migrantes y hace servicios de inteligencia”, refuta. Ayer, el padre Solalinde participó en la presentación del informe “Narrativas de la Transmigración Centroamericana”, elaborado por la red de documentación de las organizaciones defensoras de migrantes, integrado por siete albergues y que recopilaron información en los primeros seis meses de este año. Ahí se presentaron informes recabados entre los migrantes que muestran el grado de violencia que padecen centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos pero deben pasar de camino por México. 

Agresiones, extorsiones, robos, violaciones, desapariciones son algunas de las manifestaciones de la violencia. El informe presentado ayer por siete albergues de migrantes registró que el delito al que están más expuestos los migrantes centroamericanos es el robo, con 52 por ciento, la extorsión con 33 por ciento y en tercer lugar la privación ilegal de la libertad. Los estados donde se registran más agresiones contra los migrantes son Chiapas, Veracruz, Tabasco y Oaxaca. 

La situación de violencia, desapariciones, extorsiones y secuestros que los migrantes centroamericanos padecen en México es un Holocausto, comparó el padre Solalinde. “Holocausto porque pareciera que la población migrante está expuesta a todo de principio a fin”, dijo durante el informe presentado en el Centro Pro de Derechos Humanos. Expuso que los migrantes centroamericanos salen expulsados de sus países por la violencia que ahí sufren, y en México durante su camino a Estados Unidos sufren otro calvario. Dijo que hay más de 10 mil desaparecidos y el secuestro ha aumentado, así como la violencia. 

“Cuántas mujeres no han sido violadas, secuestradas, amenazadas, cuántas personas no sabemos de ellas. Si no es Holocausto entonces no se qué es”, dijo Solalinde luego de que alguien le planteó si no era desproporcionado llamarle así.

INM es una porquería: Solalinde. Foto: Centro Proh

También criticó que México inhiba el paso de los migrantes y los castigue, y consideró que el INM, siga lineamientos del gobierno de Estados Unidos. Entrevistado por SinEmbargo, el padre dijo que el INM está podrido ya que al ser una institución enfocada a la seguridad, no protege a los migrantes, además que los delegados del instituto usan su autoridad con discrecionalidad. 

El único enfoque en el que actúan con homogeneidad es en el Grupo Beta, que ayuda a migrantes con comida, pero también elabora tareas de investigación con datos que son recopilados y mandados a Estados Unidos. También se refirió al tráfico de órganos. “El primer antecedente que tengo es en Veracruz con un grupo de 15 brasileños quienes en agosto de 2007 pasaban por ahí. Ellos llegaron por la parte de Guatemala a la zona mareña y llegamos a Salina Cruz (Oaxaca), no sé por qué razón el pollero que los llevaba los bajó ahí y peor, los mandó de ahí a Veracruz. 

Yo les pregunté por qué los llevaba ahí, que eso no tenía caso y que mejor los bajara a Oaxaca, pero ellos dijeron que habían dado dinero por adelantado. Después me enteré que a dos de ellos les habían extirpado órganos y uno de ellos dijo que lo último que recordaba era que había estado en un bar con una chica y después ya no se acordaba de nada”. Solalinde comenzó entonces a preocuparse por el tráfico de órganos practicado a migrantes. Al poco tiempo se enteró a través de los medios de comunicación que en Veracruz encontraron un camión con órganos. 

El tercero fue cuando el 4 de septiembre el diario oaxaqueño El Piñero de la Cuenca reportó que a lo largo de varios días se habían encontrado en diferentes lugares cadáveres sin órganos. “Ahí la Diputada local Marta Patricia Campos, del PAN que apenas acaba de dejar la legislatura pone una denuncia y comienza a recopilar información en los Albarradas, zona donde los migrantes después de cruzar la montaña llegan a Ayutla y bajan al Valle Central. Pasaron dos meses y medio sin que hubiera ninguna reacción, ninguna publicación que lo desmintiera por parte de la Procuraduría de Oaxaca, con el Procurador Manuel de Jesús López. 

Cuando me entero de todo hago una investigación con gentes que conozco de Tlacolula que venden mezcal y me expresan preocupación porque dicen que ya hay varios cuerpos, la gente exagera a veces pero la Procuraduría reconoce cinco cuerpos y dice que tres son por accidente y los otros dos no se pudo comprobar que se trate de la extirpación de órganos porque están en estado de descomposición”. 

Dice que hay una investigación abierta y la policía estatal ofreció vigilancia y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) mandó peritos para revisar los expedientes. “Son los antecedentes que tengo”, dice sobre el tema. “Hay buena voluntad tanto del Procurador Héctor Joaquín Carrillo Ruiz y el Gobernador del estado, Gabino Cue Monteagudo, y de haber más información seguramente la darán”, espera.

Agencia: Sinembargo.mx
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