Patadas y jaloneos por candidaturas a gobernador
El PRI y el Gobierno federal resolvieron, en una primera fase, la designación de sus candidatos en los estados donde los gobernadores lograron imponer a su allegados y dejaron para el final las entidades donde hay enfrentamientos internos que podrían derivaran en los próximos días en abanderados contrarios a los intereses del gobernante priísta en turno.
En Veracruz, Aguascalientes, Tamaulipas, Hidalgo, Quintana Roo e incluso Sinaloa, el priísmo está viviendo intensos jaloneos y dificultades para lograr la unidad, pues en muchos casos el aspirante mejor posicionado no es el favorito del mandatario en turno, incluso resulta ser la figura antagónica.
En Oaxaca, Puebla y Sinaloa, donde existe un gobierno aliancista, el PRI también está dando un tratamiento diferenciado, pues hay diversos grupos que buscan imponerse y designar a su propio candidato.
El PAN y PRD también están enfrentando dificultades internas y los acuerdos iniciales para concretar alianzas están a punto de romperse, específicamente en Puebla y Tlaxcala.
Hasta el momento, y con muchas dificultades, panistas y perredistas han concretado cuatro de 12 posibles alianzas, donde el compromiso es que en dos estados, Zacatecas y Oaxaca, el abanderado sea puesto por el perredismo; en las otras dos entidades pactadas, Veracruz y Durango, Acción Nacional lleva la mano en la designación.
Para el politólogo Alberto Aziz Nassif, esta etapa del proceso de definición de candidatos a gobernadores demuestra y confirma tres aspectos: que el PRI –como en los viejos tiempos- está designando a sus abanderados a través del “dedazo”.
Un segundo aspecto que ve Aziz Nassif es que las alianzas entre PAN y PRD son meramente pragmáticas, y a diferencia de hace seis años hoy a nadie les resultan atractivas y efectivas.
El tercer punto es que la figura de los “candidatos independientes” se desdibuja, además de pervertirse, pues se construyen aspirantes con esa fachada, pero que responden a intereses poco claros.
En junio se renovarán las gubernaturas de Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas, sin embargo hasta el momento un sólo estado tiene definido, por parte de los principales partidos políticos, a sus competidores oficiales. Esa entidad es Durango.
Complejidad jarocha y la contienda de los Yunes
En Veracruz trascendió que el candidato priísta será el senador Héctor Yunes, quien protagonizó en las últimas semanas diferencias públicas con el gobernador Javier Duarte.
En este estado, hay siete aspirantes priístas, pero sólo dos están en posibilidades reales de quedarse con la nominación. Se trata del diputado federal Alberto Silva Ramos y el senador Héctor Yunes.
El primer contendiente es el favorito del gobernador Duarte, pero desde Los Pinos y desde el CEN se le ve como un riesgo, pues su cercanía con el mandatario local puede resultar contradictorio en campaña, lo que podría restar simpatías y votos. Incluso el mismo Silva, como dirigente estatal del PRI, reconoció que las preferencias apuntan a que Héctor Yunes será candidato único.
En cambio, el senador con licencia Héctor Yunes ha ido tejiendo fino, y desde el Senado se habla que ha podido construir alianzas internas, con varios actores a nivel local y nacional.
A nivel local, se habla que Héctor Yunes tiene un acuerdo con su compañero de escaño, José Yunes, a fin de que tener apoyos en este proceso y regresarlo en 2018, cuando “Pepe” Yunes se lance como aspirante. En el escenario nacional, el aspirante a gobernador tiene el apoyo de su coordinador parlamentario, Emilio Gamboa, lo que le facilita el espaldarazo de Manlio Fabio Beltrones.
A finales de septiembre del año pasado fue notorio el distanciamiento entre Héctor Yunes y Javier Duarte, cuando en un evento público el mandatario en tono de burla le obsequió al senador una caña de pesca para atrapar “peces gordos”, en alusión a su aspiración política.
En la otra esquina, el PAN –con el acompañamiento testimonial del PRD- prepara el lanzamiento del diputado federal Miguel Ángel Yunes Linares como su candidato a gobernador.
El politólogo Alberto Azis recordó que Miguel Ángel Yunes Linares es el enemigo político del gobernador Javier Duarte y ambos han cruzado señalamientos fuertes de corrupción y de enriquecimiento ilícito, por lo que esta elección significa el clímax de una “guerra” que estos dos políticos protagonizan.
En esta elección también podría haber dos ex panistas como “candidatos independientes”: el ex diputado Juan Bueno Torio y el ex funcionario local, Gerardo Buganza.
Para ser candidatos sin partido cada uno deberá reunir 165 mil firmas de apoyo y de acuerdo con Miguel Ángel Yunes ambos aspirantes buscan restarle votos al PAN, en acuerdo con el gobierno local.
Candidata de la Profeco
En Aguascalientes aún no hay definiciones en los tres principales partidos políticos; sólo Morena tiene ya su candidata, y existe la posibilidad de que se concrete una candidatura independiente.
El PAN tiene al menos tres aspirantes a la gubernatura de Aguascalientes: los senadores Martín Orozco y Fernando Herrera, así como a Juan Antonio Martín del Campo y de acuerdo con panistas consultados, Martín Orozco sería el candidato oficial.
En el caso del PRI, los aspirantes más fuertes son la ex procuradora Federal del Consumidor (Profeco), Lorena Martínez y el senador Miguel Romo Medina, quien es uno de los principales operadores en la Cámara Alta del coordinador parlamentario, Emilio Gamboa.
Entre los priístas se habla que Lorena Martínez no es la favorita del gobernador Carlos Lozano. Sin embargo, saben que ella está mejor colocada electoralmente y continúan las negociaciones internas para determinar la formas en la que harán el anuncio sobre la candidatura.
Por parte de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador impulsa a Nora Ruvalcaba, una profesora de primaria que enseña Historia, Geografía y Formación Cívica.
En Aguascalientes también podría haber un candidato independiente y se trata del ex priísta Gabriel Arellano, quien renunció a penas en septiembre pasado a su militancia, sin embargo se especula que detrás de él podría estar la mano del PVEM.
Oaxaca en disputa
En las próximas horas se conocerá cómo los partidos políticos competirán para ganar esta entidad gobernada por Gabino Cué, quien ganó con el respaldo del PRD, Movimiento Ciudadano y el PAN.
Bajo esta lógica, el gobernador impulsa a su amigo, al ex priísta y actual diputado federal del PRD, José Antonio Estefan, pero existe un bloque interno que apoya al senador Benjamín Robles.
El senador de la República fue cercano al propio Cué, pero hubo un distanciamiento político, por lo que ahora se ha vuelto el enemigo interno a vencer, por lo que esta designación, de acuerdo con el académico Alberto Aziz, podría tener el elemento decisivo o no de una eventual victoria de la izquierda.
Este escenario lo conocen bien en el PRI y también se debaten internamente sobre quién debe ser el candidato a gobernador, y luego de un primer filtro hay tres finalistas con reales posibilidades de alzarse con el triunfo.
El ex director del Infonavit, Alejandro Murat, sigue de puntero; luego está el ex líder empresarial Gerardo Gutiérrez Candiani y parece que en tercer sitio se coloca el que consideraran favorito, Eviel Pérez, quien perdió la contienda en las elecciones pasadas.
Alberto Aziz explicó que Oaxaca representa para el PRI un reto importante, pues el partido no quiere que se les salga del carril uno de los dos grupos priístas de peso en la entidad: el de Murat y el del ex gobernador Ulises Ruiz, este último que apoya al senador Pérez Magaña.
El visto bueno del ‘gober’
En Chihuahua, el PRI ya logró un candidato de unidad. Se trata del ex alcalde con licencia de Ciudad Juárez, Enrique Serrano, quien se impuso a varios militantes, como fue el caso de las dos senadoras Graciela Ortiz y Lilia Merodio.
El candidato se impuso a media decena de aspirantes y aquí pesó la decisión del gobernador priísta César Duarte, pues desde el CEN se dejó la responsabilidad de que el mandatario escogiera al abanderado. En el camino se quedó por segunda ocasión el ex senador Héctor Murguía, quien ya fue dos veces alcalde de Juárez y tendrá que conformarse por competir otra vez por ese cargo.
En esta entidad, el PAN no ha definido a su candidato e incluso dos personajes de ese partido, el senador Javier Corral y el diputado Gustavo Madero, crearon un frente político para que de ese movimiento salga su abanderado.
Los actores políticos del PAN y Morena, en alianza con integrantes de El Barzón y la Unión Ciudadana, anunciaron que impulsarían a un candidato a la gubernatura y que harán suyo un programa de gobierno.
En este grupo destaca Víctor Quintana, un personaje cercano a López Obrador y quien es el promotor de la soberanía nacional de Morena.
En Chihuahua también existe la amplia posibilidad de que compita un candidato independiente. Se trata del empresario José Luis Barraza, quien adelantó que no tiene ninguna relación con el PAN y el Frente por la Unidad Democrática de Chihuahua expuso que ni lo apoyan, ni coinciden con este posible candidato.
Las definiciones pendientes
Las complejidades para la selección de candidatos también se presentan para el PRI en Quintana Roo, Hidalgo, Tamaulipas, Sinaloa y Puebla, donde los desenlaces podrían generar rupturas internas.
El mejor ejemplo de esta complejidad es Quintana Roo, donde el gobernador Roberto Borge quiere ir por un rumbo y otro sector priísta por otro.
En esta entidad, el mandatario local tiene como favorito a José Luis “Chanito” Toledo, aunque también podría darle el sí al alcalde de Solidaridad, Mauricio Góngora Pimentel, sin embargo hay otro aspirante que de no obtener la nominación podría irse como independiente o incluso los partidos de oposición podrían apoyarlo.
Se trata del ex subsecretario de Turismo, Carlos Joaquín González, medio hermano del secretario de Energía y ex gobernador, Pedro Joaquín Coldwell, integrante de la principal burbuja de Los Pinos. Este personaje es lejano al gobernador Borge e incluso ya se entrevistó con el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, conocido como “El Bronco”, para intercambiar puntos de vista.
Los partidos de izquierda tampoco tienen claro cómo enfrentar estas elecciones y hasta el momento el PT apoyaría al periodista Pedro Canché Herrera, por lo que el PRD sigue evaluando a su candidato.
En Hidalgo, además del voto que pueda tener el gobernador priísta Francisco Olvera, existe el factor Miguel Ángel Osorio Chong, quien en el PRI sostienen que el secretario de Gobernación apoya a Nuvia Mayorga.
En esta entidad, también han hecho su labor de convencimiento los senadores David Penchyna y Omar Fayad, y ambos de forma separada sostienen que cuenta con los apoyos necesarios, sin embargo el CEN no alcanza un acuerdo.
En el PRD, el senador Isidro Pedraza ya alzó la mano, pero no la tiene fácil, pues José Guadarrama, un ex priísta cercano a Carlos Navarrete, también tiene el interés de conseguir la nominación del sol azteca. En este escenario, PAN y PRD analizan la posibilidad de ir en alianza, por lo que en los próximos días se conocerá la decisión.
En Sinaloa, el escenario político es sui generis al haber un gobierno aliancista que llegó al poder sin las siglas del PRI, pero impulsa a priístas. El actual gobernador Mario López Valdez tiene varios aspirantes, como es el caso de Quirino Ordaz, Gerardo Vargas, Aarón Irizar.
Los partidos de izquierda también se encuentran en una encrucijada, pues están en varias pistas, como la de apoyar las aspiraciones independientes del diputado federal Manuel Clouhtier.
Otro estado complejo es Puebla, donde el gobernador Rafael Moreno Valle, quien aseguran que buscará la candidatura presidencial en 2018, apoyaría al alcalde de la capital Toni Gali, quien de ganar sólo gobernaría dos años.
En Puebla había un acuerdo inicial para que PAN y PRD fueran en alianza, pero un sector del perredismo quiere reventar esta negociación, por lo que podría no darse este acompañamiento.
El PRI, por su parte, analiza sus opciones de candidaturas y de no haber cambios de último momento, la senadora Blanca Alcalá sería su abanderada.
Durango y sus candidatos
De los 12 estados con elecciones, Durango fue la primera entidad en poner las cartas sobre la mesa, pues desde hace meses se cantaron a los políticos con más posibilidades de triunfo.
En todo momento, el PAN tuvo claridad respecto a quién sería su candidato y también estuvieron muy adelantadas las negociaciones con el PRD para ir juntos e intentar quitarle al PRI el poder estatal.
El candidato del PRI, Esteban Villegas, salió con el respaldo de unidad luego de un proceso interno donde compitieron varios aspirantes. En el caso del priísmo, se están dando negociaciones privadas y luego salen públicamente a respaldar al abanderado, lo que sucedió con Esteban Villegas.
En Zacatecas y Tlaxcala también los gobernadores priístas lograron hacer candidatos a sus allegados. En el primer estado, el gobernador Mariano González optó por apoyar a un cercano, Marco Antonio Mena.
En esta entidad falta determinar que harán PAN y PRD, pues habían acuerdos para que el sol Azteca impulsara como candidata a la senadora Lorena Cuéllar, pero su compañera de escaño, la panista Adriana Dávila levantó la mano y está intentado aparecer en las boletas con o sin el apoyo del PRD.
En Zacatecas, el PRI finalmente optó por apoyar la candidatura del senador Alejandro Tello, ante las aspiraciones del ex diputado Alfredo Bonilla y los presidentes municipales de Zacatecas y Guadalupe, Carlos Peña y Roberto Luévano, respectivamente.
A Alejandro Tello se le ubica como cercano al gobernador Miguel Alonso Raya, quien competiría con otros dos cércanos, pues el PRD, acompañado del PAN, impulsaría al ex priísta Pedro de León, quien es cuñado del actual mandatario.
Esta, es la entidad donde Morena tendría mayor posibilidad de triunfo, al apoyar al senador David Monreal, quien a su vez tiene el respaldo de su hermano, el delegado de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal.
Este tipo de complejidad las deberá resolver el propio Manlio Fabio Beltrones en Tamaulipas, pues deberá decidir si le da el respaldo a uno de sus principales colaboradores, Marco Antonio Bernal o al diputado Baltazar Hinojosa o al simpatizante del gobernador Egidio Torre, o al alcalde capitalino, Alejandro Etienne.
Prueba de fuego
El politólogo Alberto Aziz consideró que con independencia a cómo se designen las candidaturas, esta elección representa la prueba de fuego de los presidentes nacionales de los partidos políticos, pues todos se juegan parte de capital político rumbo al 2018.
LA REGIÓN SEMANARIO