La Arquidiócesis se deslinda de marchas contra matrimonios igualitarios, pero apoya las convicciones de sus fieles

Ciudad de México 28 de agosto.- La Arquidiócesis de México aseguró no estar involucrada en la convocatoria y organización de las manifestaciones en contra de la iniciativa de matrimonio igualitario que se llevarán al cabo en septiembre próximo, aunque admitió apoyar las movilizaciones a favor del “matrimonio y la familia natural”.

Por medio de un comunicado de prensa en pronunciamiento de la posición de las autoridades de la Iglesia católica en México, la institución hizo saber que no se involucrará de manera directa en las manifestaciones convocadas a partir del 24 de septiembre, cuya finalidad es la de expresar “que el futuro de la humanidad se fragua en el matrimonio y la familia natural”. Sin embargo, la Arquidiócesis reconoce el derecho y la libertad que tienen los fieles laicos de manifestar sus principios y convicciones morales, sentido en el que los apoya.

En la misiva, el Arzobispo Norberto Rivera esclarece que a fin de evitar malas interpretaciones y confrontaciones, hace del conocimiento público que aunque la Conferencia del Episcopado reconoce que las personas, como ciudadanos y fieles católicos, están en su derecho de manifestarse públicamente para mostrar apoyo a sus valores y principios, aún la Arquidiócesis, sus ocho Vicarías Episcopales y sus parroquias, no se involucrarán de manera directa en las marchas, dejando a cada parroquia y a los fieles laicos en libertad de participar voluntariamente.

Las marchas tienen la finalidad de protestar contra la iniciativa de los denominados “matrimonios igualitarios” y pugnan por manifestarse “a favor del matrimonio y la familia natural”, refiere el documento mencionado.

Asimismo, en el comunicado se desmiente a quienes afirmaron que se trata de manifestaciones de protesta contra propuestas legislativas, desafío a la autoridad o que incitan al odio y la homofobia. En ese sentido, menciona que aquellas no han sido convocadas ni organizadas por los obispos, y que sólo reciben su apoyo moral.

De acuerdo con la Iglesia, las marchas deben ser una muestra ejemplar de respeto a las instituciones, y a todo persona en su dignidad y sus legítimos derechos.(SinEmbargo)
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