Anaya “es deshonesto y está tocado” y AMLO “puede dañar al país”: Calderón



Su cónyuge, dijo, es una mujer capaz, limpia y sensible, que “no tiene las hipocresías y los fantasmas que tienen otros candidatos”.

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Según el expresidente Felipe Calderón, “la única opción honesta en la boleta” electoral es su esposa, Margarita Zavala, porque entre los otros cuatro abanderados presidenciales, uno es “deshonesto y está tocado”, otro con ideas “que pueden causar daño al país”, uno más está con un partido que ha sido un fracaso en términos de honestidad, y el último es un tramposo.

Su cónyuge, dijo, es una mujer capaz, limpia y sensible, que “no tiene las hipocresías y los fantasmas que tienen otros candidatos”.

Además, acusó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de debilitar a las instituciones por dar su aval a Jaime Rodríguez Calderón, ‘El Bronco’, y defendió la estrategia de seguridad que instrumentó en su gobierno, así como la pensión a los expresidentes, tema en el que el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, ha puesto énfasis y ha dicho que, en caso de llegar a la presidencia de la República, eliminará esa medida.

Durante su participación en la mesa de Despierta con Carlos Loret, a Calderón se le preguntó cómo ve el panorama para los candidatos independientes, a lo que respondió que el escenario es que la campaña apenas empieza y que Margarita va ir ganando terreno, “al principio va a ser muy difícil porque le han cerrado todas las puertas y todas las ha brincado: dijeron que no iba a juntar las firmas, las juntó; que no iba a llegar a la boleta, la ajustó; dijeron que no iba a avanzar y va a avanzar”.


Tras señalar que faltan los debates y mucha presencia con medios de comunicación, consideró que Margarita podría disputarle la victoria al puntero, que es López Obrador, quien ayer presumió que tiene 41.9% de la intención de voto, seguido por José Antonio Meade (22.7%) y Ricardo Anaya (19.7%), según la encuesta México Elige-SDP Noticias.

Calderón también tocó el tema de la segunda vuelta y manifestó que, si hubiera visión de Estado entre candidatos, partidos y en el propio gobierno, “estamos a tiempo de subsanar esa falla estructural de la democracia mexicana”. Constitucionalmente se puede, puntualizó.

Dijo que México es uno de los pocos países presidenciales que no tienen segunda vuelta y ahí se refleja la insatisfacción con la democracia, porque “la gente vota por el que más quiere, pero generalmente resulta el que menos quiere y eso genera más falta de credibilidad en la vida democrática”.

Sobre la posibilidad de que en segunda vuelta López Obrador no gane, dijo que “puede ganar, definitivamente”. Y agregó que “para él, si ganara en segunda vuelta, tendría una capacidad de gobierno y de convocatoria y una estabilidad para el país, que sería saludable para todos”.

Aunque los votantes se podrían ir con Ricardo Anaya, dijo Carlos Loret. “Pero Anaya está tocado”, respondió Calderón. “Está tocado, primero, porque él no ha podido aclarar estos escándalos que lo involucran en operaciones de lavado de dinero”.

Explicó que, según la ley de lavado de dinero, hay varios elementos: dinero en paraísos fiscales, prestanombres en el comprador y una persona políticamente expuesta, como es Ricardo Anaya. “Que no declare esas operaciones, eso lo configura como una persona que, independientemente de que proceda una causa penal o no, no es una persona que tenga probidad para mí, es una persona deshonesta”.

Sin pensión, pero con todos los servicios pagados
Cuestionado sobre qué hará si lo dejan sin su pensión, Felipe Calderón dijo que él ya la donó desde hace un año y medio. Sin embargo, nada mencionó sobre los beneficios que sigue recibiendo, como el pago de servicios telefónicos, automovilísticos (para expresidente, esposa, hijos y escoltas con sus respectivas cuentas de tenencia, verificación y mantenimiento); servicios domiciliarios, personal de ayundantía y salarios de escoltas.

Según el libro ‘Beneficios ex presidenciales’, de Ernesto Villanueva e Hilda Nucci, Calderón modificó el reglamento del Estado Mayor Presidencial en noviembre de 2012 para incrementar el número de elementos de seguridad asignados a su familia. Incluyó a padres, suegros, hermanos, cuñados, sobrinos y tíos.

Normalmente se le asignan a cada expresidente 78 elementos, a Calderón se le asignaron 425. Esto lo convierte, según el libro, en el expresidente más caro del mundo con un costo mensual de 5 millones de pesos.

En la mesa con Loret, Calderón manifestó que las garantías para un expresidente después del cargo no son como una prestación económica o personal, son una garantía para el cargo mismo.

Explicó que si un presidente sabe dónde está el capo que maneja la trata de personas en Ecatepec y Chalco, que además maneja huachicol y drogas, y éste capo lo amenaza con matarlo a él o a sus hijos, cuando deje de ser presidente, “esa persona está en un dilema ético brutal, y lo que tiene que hacer la ley y el Estado mexicano es proteger la institucionalidad presidencial, para que ella o él, quien esté en la presidencia, no importa de qué partido, pueda decidir en absoluta libertad en beneficio de México, pueda decir: yo voy por ese criminal, independientemente de que me amenace, porque tengo una protección para que no me pueda amenazar, quitar eso es quitarle al presidente de la República la capacidad de decidir pensando en México”.

Nos va a hacer mucha falta un Tribunal creíble

Sobre los señalamientos de que Enrique Peña Nieto interviene en el proceso electoral, Felipe Calderón dijo que no tiene elementos para afirmarlo, “y si los tuviera, pues no lo comentaría, lo que sí hago votos es que las instituciones electorales tengan una actitud con mucho más objetividad y legalidad, y eso es un pendiente que todos vamos a lamentar”.

Y respecto de los candidatos, abundó que López Obrador “propone ideas que le pueden causar un daño muy importante al país”, mientras que José Antonio Meade, abanderado de la coalición Todos por México (PRI, PVEM y Panal), subrayó, es el candidato del partido que ha sido un fracaso en términos de honestidad, “marcado por la corrupción, que difícilmente podrá ganar”.

De Ricardo Anaya, sostuvo que es “un hombre deshonesto”, y sobre Jaime Rodríguez ‘El Bronco’ lanzó: “Pues así, bronco, nada más, como bien dicen, el candidato del Tribunal (Electoral), ¿no?”.

Felipe Calderón agregó que el fallo del TEPJF que ratificó el derecho de Jaime Rodríguez a aparecer en la boleta de la elección presidencial implicó una alteración del derecho y debilitó a las instituciones. “Un tribunal creíble nos va a hacer mucha falta en este proceso”.

Al preguntarle si con las reglas de hoy se le puede ganar a López Obrador, que llega con 17 puntos de ventaja, expresó: “Sí, por supuesto que se le puede ganar. Por supuesto que cualquiera puede ganar”.

Agregó que hay que cambiar la premisa de que las encuestas determinan el voto de los ciudadanos, porque la gente se atemoriza y considera que no puede cambiar esa realidad, “cuando es exactamente al revés, las encuestas deben reflejar los votos de los ciudadanos”. Aseguró que, si nos educamos sobre la libertad de nuestro voto, en esa misma medida podemos cambiar el curso de la historia.

Reiteró que las propuestas del tabasqueño le parecen peligrosas: en el plano económico, dijo que un presidente que no entiende la función de los precios, que propone congelar los precios de la gasolina o poner precios de garantía, “que no entiende que los precios te determinan en una sociedad qué se necesita, qué hay que producir más, quién produce mejor, es realmente impensable para mí que pueda ser presidente de un país como México”.

Y consideró que proponer amnistía a criminales “equivale a darles permiso para que hagan lo que quieran”. Agregó que es como decirle a la gente que mató al alcalde de Jilotlán, “ustedes hagan lo que quieran, pero no se metan conmigo, me parece una claudicación peligrosísima que pone en riesgo el futuro del país por varias décadas”.

Respecto de la estrategia de seguridad de su gobierno, Calderón aseguró que no acepta, ni reconoce, que lo que ha pasado en los últimos años sea por “la estrategia de seguridad, no de guerra, la guerra es un concepto peyorativo que han puesto mis adversarios, el Estado está para defender a las familias y la estrategia que yo puse en práctica fue una estrategia de defensa de las familias y de vigencia del estado de derecho”.

Aseguró que los crímenes bajaron durante su sexenio y afirmó que en su gobierno se dio la tasa más acelerada de descenso del crimen en México, “21% menos homicidios en un año y medio, los últimos de mi administración, frente a un fenómeno que no se genera por la estrategia del Gobierno”.

El expresidente explicó que lo que vivía México en 2006 y lo que sigue viviendo ahora, es un proceso de captura del Estado. “Hay una toma de poder por parte del crimen organizado en todo el país, en muchas regiones por lo menos, este proceso de captura del Estado encuentra instituciones policiacas, ministeriales y de jueces, muy débiles, diseñadas para el siglo pasado y desgraciadamente erosionadas por la corrupción”.

La corrupción, insistió el expresidente –cuyo gobierno ha sido involucrado en la investigación del caso Lava Jato, en Brasil, sobre los sobornos que el gigante de la construcción Odebrecht repartió en América Latina y en dos países africanos para obtener contratos por miles de millones de dólares–, es el lubricante y la característica “del régimen político viejo que derrotamos, es el que explica grandes pérdidas de recursos públicos, pero también explica la corrupción policiaca y el avance del crimen”.
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