Córdova confía en el blindaje del INE, pero advierte sobre “el día después”



Los ciudadanos que el próximo 1 de julio acudan a las urnas podrán elegir al hijo, hermano, pareja o algún integrante de los clanes que dominan la política en el país. Una revisión a la lista de más de mil 200 candidatos a gobernadores, legisladores federales y presidentes municipales impulsados por las tres principales coaliciones, arroja que en 229 casos –uno de cada cinco–, los partidos entregaron las candidaturas a familiares de figuras políticas claramente identificadas o a personajes que aprovecharon sus cargos en el poder para colocar a sus parientes.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En las coaliciones Todos por México, Por México al Frente y Juntos Haremos Historia el nepotismo es el distintivo.

En la oferta electoral abundan hijos y nietos de gobernadores y presidentes municipales; también familiares del presidente Enrique Peña Nieto, una prima de Andrés Manuel López Obrador e incluso un supuesto primo de Juan Armando Hinojosa Cantú, el contratista que construyó y financió la llamada Casa Blanca de la pareja presidencial.

En la muestra, no exhaustiva –pues no incluye a todos los partidos ni aspirantes a cargos locales–, la coalición del PRI incurrió en 91 actos de nepotismo, la del PAN en 88 y la de Morena en 51.

Muchos de ellos forman parte de los más de 795 candidatos “chapulines”, quienes aprovecharon este proceso electoral para brincarse de un cargo a otro o buscar una reelección, según contabilizó El Universal en una investigación publicada el domingo 3.

Debido a estas prácticas, siete de cada 10 ciudadanos desconfían del gobierno en sus tres niveles, y 80% de la población dejó de creer en el Poder Legislativo, según la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2017.

De acuerdo con las encuestas, el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador capitalizó mejor que sus rivales Ricardo Anaya y José Antonio Meade el hartazgo de los mexicanos respecto al mundo político.
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