Ecocidio de Pemex en Veracruz. FOTOS: derrame mata decenas de especies y obliga evacuaciones


Por Ignacio Carvajal

Nanchital/Ciudad de México, 7 de octubre (BlogExpediente/SinEmbargo).- Docenas de pescadores de la cabecera de Nanchital, en Veracruz, saben que pasarán hambre y desempleo ante el nuevo derrame de hidrocarburo registrado esta semana en el arroyo de Tepeyac, a unos siete kilómetros de la cabecera municipal.

La mañana del viernes, los pescadores salieron a recorrer las afectaciones que dejó el derrame de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el arroyo Tepeyac y encontraron peces, aves, reptiles y toda clase de fauna sin vida a lo largo del caudal.


La Alcaldesa, la panista-perredista Zoila Barradas, se ha mostrado tibia ante las afectaciones que deja Pemex en su cabecera municipal. Manuel Rodríguez Ríos, Presidente de la Sociedad Cooperativa de Pescadores Gavilán del Río Coatzacoalcos, denunció que hasta el momento la petrolera se ha visto lenta con el control del hidrocarburo derramado.

La paraestatal dio a conocer, el miércoles pasado, que se atendió el derrame causado “por un acto vandálico en un rancho de la colonia Los Coquitos”, de Nanchital.

En ese punto trabaja personal de Pemex colocando espuma y otros aditamentos para evitar la salida del crudo, sin embargo, no ha sido suficiente

El hombre expuso que actualmente el sector pasa por una crisis. Los compañeros viven de pedir fiado y de prestado, cuando cae una poca de pesca, venden el producto y lo que sale es para pagar deudas. Siempre se va al día.


Por eso este derrame de crudo representa una tragedia de dimensiones incalculables en sus vidas.



El pescador cuenta que actualmente no saben qué harán. Todos los pescadores se reunieron la mañana de este viernes cerca de la cabecera, bajo el puente Tepeyac para ver lo que estaba pasando, el agua del arroyo de pronto de tornó amarilla, tornasolada.


Detrás de ella, docenas de especies de peces flotaban panza arriba, muertos. Las aves también de apoco se ve cómo agonizan en los árboles.


Algunas especies, como los zopilotes y garzas, han comenzado a bajar atraídos por el olor nauseabundo del pescado que se comienza a echar a perder y se alimentan de la carroña.

En algunos casos, las aves se están muriendo porque comen pescado contaminado con gasolina.

Luis Castro Mendizábal, coordinador regional de Protección Civil, dijo que es urgente la presencia de personal de Pemex en el afluente para que se recoja y se saque el contaminante.

Reconoció el clamor de los pescadores para que llegue más personal a atender la emergencia, pues además del aroma que causa nausea y dolor de cabeza, hay posibles afectaciones al afluente del río Coatzacoalcos, que está conectado con el Tepeyac.
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