Ser “Compa”: ¿delito para la PGR? / El presidente que nunca entendió a los jóvenes // COLUMNA

Sobre la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas y el futuro del PRD  En el Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas al PRD no es la salida de un militante más. 

Se trata de la salida del fundador del partido, de su líder moral, de su tres veces candidato a la Presidencia, del hombre que le dio forma y sentido al revoltijo de grupos de izquierda que jalaban cada uno por su lado. 


Pero es, sobre todo, el reproche y el rechazo de la más importante figura del perredismo al grupo de Los Chuchos. ¿Implicará esta renuncia una salida masiva de militantes perredistas? Seguramente no. Pero equivale a que Manuel Gómez Morin quemara su credencial del PAN en protesta por los moches; o a que Plutarco Elías Calles saliera a marchar con una pancarta con la leyenda: #Todos SomosAyotzinapa. De ese tamaño es el trancazo para el PRD.” 

En el Excélsior, el periodista especializado en temas parlamentarios, Francisco Garfías, escribe que: “el escueto mensaje de Carlos Navarrete contenía la noticia bomba sobre Cuauhtémoc Cárdenas: “Sí confirmo. Llegó la renuncia”. El reloj del celular marcaba las 20:54 horas. El fundador del PRD, el líder histórico, el Tlatoani, el tres veces candidato presidencial, abandonaba el partido que fundó hace 25 años, horas después del diálogo que sostuvo en la vieja sede del PRD (Monterrey 50) con el actual presidente del sol azteca. Un golpe duro, seco, doloroso al PRD, en medio de la peor crisis de su historia, derivada de la barbarie de Iguala que provocó el exalcalde de ese municipio de Guerrero, postulado por una coalición de izquierda encabezada por ese partido.

” En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “Sólo una cosa le faltaba al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas para tomar la decisión de mantenerse o abandonar el partido que él, junto con otros políticos y ciudadanos comunes, fundó hace un cuarto de siglo: la reunión con el dirigente del PRD, Carlos Navarrete. Unas horas después de su encuentro con el líder, que mantuvo un discurso retórico, el ingeniero tomó la decisión de abandonar al partido, tal y como lo hizo Andrés Manuel López Obrador en septiembre de 2012. Cárdenas y López Obrador, ex dirigentes perredistas, caminaron por distintos senderos y no compartían muchos puntos de vista, pero al final del día coincidieron en abandonar las filas amarillas. Los dos dejaron el PRD por su inconformidad con la conducción de la corriente Nueva Izquierda, la de Los Chuchos. ¿Vendrán más renuncias?”. 

En El Universal, el periodista Ricardo Alemán, escribe que: “lo curioso es que al pedir la renuncia de la dirigencia del PRD, ni Cárdenas ni Bejarano propusieron revisar la doctrina, el programa, la táctica, y menos la estrategia. Jugaron al chantaje; el control del PRD o la salida. Y se fueron. Al tiempo.” 

En Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe que: “si la vida fuera cosa de “justicia”, ni Cuauhtémoc Cárdenas ni el Partido de la Revolución Democrática merecían terminar así porque, aunque los reproches del ingeniero son en gran parte acertados, igual ocurre con la defensa y argumentación de Carlos Navarrete. En la autocrítica partidista, Cárdenas debió renunciar desde cuando, encumbrado en la dirigencia del PRD y después encaramado en el Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador se dedicó a reventar y perseguir a todos los liderazgos emergentes, y con especial encono a los más identificados con el ingeniero para alzarse con la candidatura presidencial.” 

En el Excélsior, la periodista Yuriria Sierra, escribe que: “no están en su mejor momento y cualquier paso en falso le representa una ventana de oportunidad a AMLO, y él más que nadie debe estar disfrutando el momento que vive el PRD: habría logrado fracturar inevitablemente a una izquierda que le estorba, una izquierda que lo dejó despechado porque no lo llevó a la Presidencia en dos ocasiones. Así de grande también el ego de este personaje. Pero el PRD tiene también esa oportunidad única para sacudirse: para refundarse o refundirse…” 

En el Excélsior, el periodista Jorge Fernández Menéndez, escribe que: “en realidad, la oposición a Los Chuchos en el PRD no alcanza ni siquiera a un tercio del partido. Ese es el problema de quienes quieren, como René Bejarano, formar un frente antichuchos que ya fracasó en las elecciones pasadas. Lo que están haciendo (y no deja de desconcertarme es ver al ingeniero Cárdenas junto a Bejarano) es tratar de fomentar una crisis en su partido presentándose como una mayoría cuando, en los comicios internos, los primeros que pueden considerarse plenamente limpios en la historia del PRD, organizados y supervisados por el INE, fueron arrollados por Nueva Izquierda y sus aliados.” Algo debe cambiar 

En Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe que: “en el correr de estos 60 días, el panorama de país es otro y el presidente Peña Nieto, desde la tragedia, debe lanzar la gran reforma que impida la colusión del crimen organizado con el poder político, como en Iguala y en otras partes del país, y llene el gran vacío que nos ha desfondado, el del estado de derecho, una utopía inalcanzable hasta hoy, pero imprescindible desde la noche del 26 de septiembre, hoy hace dos meses.” 

En Milenio, el político y consultor Juan Ignacio Zavala, escribe que: “el Presidente está solo o, peor aún, parece que está acompañado de un cercano grupo de colaboradores. El gobierno anuncia que mañana el Presidente hará anuncios importantes. Los cercanos a Peña sienten que todo lo debe hacer el Presidente. No se sabe en estos días si es porque quieren apuntalar la imagen del titular del Ejecutivo o porque prefieren vivir en su escondite y no tener que dar ni la cara ni explicaciones.” 

En el Excélsior, el periodista José Cárdenas, escribe que: “la sociedad mexicana espera mañana anuncios importantes; un proyecto de transformaciones mediante decisiones trascendentes en materia de políticas públicas vinculadas al Estado de derecho, procuración de justicia, reestructuración de las policías municipales y un compromiso definitivo en combate a la corrupción y la impunidad… también autocrítica, como punto de partida, para señalar aquello que no ha funcionado.” 

En Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: “dicen que si quieres que algo suceda, hay que nombrar a un responsable. Si quieres que algo se demore eternamente, nombra una comisión. Ayer leí que, según el senador Barbosa, parte del anuncio del presidente Peña en estos días será la creación de una “comisión de Estado” que estaría conformada por personalidades de alto nivel que presentarán iniciativas de reformas legales, entre otras, para ajustar tipos penales que están dando salidas a delincuentes que cometen, por ejemplo, delitos como el cobro de piso o el halconeo, así como la iniciativa de Mando Único. 

Espero, en verdad, que se equivoque el senador Barbosa.” La tentación autoritaria de Peña Nieto En el Reforma, el académico, columnista y politólogo, Sergio Aguayo, escribe que: “el Presidente tiene la tentación de usar la fuerza. Ya dio marcha atrás en la agresividad del discurso pero las calles desprenden signos ominosos. La situación es delicada. En 1968 México tenía un Presidente que inventó conspiraciones para justificar la fuerza. Después de la gigantesca marcha estudiantil del 27 de agosto, Gustavo Díaz Ordaz decidió aplastar el movimiento estudiantil y el 2 de octubre envió a pistoleros de su guardia personal a disparar contra civiles y uniformados en la Plaza de las Tres Culturas. Enrique Peña Nieto demostró en Atenco que está dispuesto a usar la violencia estatal contra opositores. 

Hace días sondeó los ánimos pensando, tal vez, lanzarse contra los insumisos.” Angélica Rivera no podría tomar decisiones de dinero En el Reforma, el analista y periodista Sergio Sarmiento, escribe que: “¿es verdad que la primera dama no tiene obligación de presentar una declaración patrimonial? En principio la esposa de un Presidente no tendría que hacerlo. Su servicio al frente del DIF es ad honorem, sin remuneración, por lo que no es realmente servidora pública. Para que no presente declaración patrimonial, sin embargo, supongo que la presidenta del DIF no podría tomar decisiones de dinero.” Los primeros 5 normalistas identificados 

En El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: “los testimonios son muy detallados. Dolorosamente detallados. He tenido acceso a las declaraciones de los seis sicarios que han sido detenidos por las autoridades federales como sospechosos de haber asesinado, triturado, embolsado y arrojado al río a los estudiantes de Ayotzinapa. Tres de los ejecutores resaltaron ciertos rasgos físicos particulares y algunas características de los aspectos de los chavos que permitieron a representantes de los padres de familia y conocidos de los jóvenes identificar como víctimas de ese destino a cinco normalistas con nombre y apellido, según me lo han confiado. 

No dejan de ser “dichos” de delincuentes confesos que en muchos de los casos no convencen a los papás ni significan una prueba definitoria para quienes están esperando que los exámenes de ADN encargados a la Universidad de Innsbruck en Austria sean contundentes en la identificación de los restos óseos. Estos resultados, cuando mejor, estarán listos la primera semana de diciembre. 

Y siempre existe la posibilidad de que la respuesta sea que no fue posible obtener ADN de los fragmentos óseos que les envió el gobierno federal mexicano.” El presidente que nunca entendió a los jóvenes En El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: “la imagen de Enrique Peña Nieto huyendo de una multitud de jóvenes universitarios que lo increpaban enardecidos el 17 de mayo de 2012 fue algo más que un parteaguas que marcaría su campaña presidencial; dos años después de que asumió el gobierno, esa misma imagen, multiplicada ahora por decenas de miles de universitarios gritando en las calles consignas contra el ahora Presidente, confirman que aquello fue también premonición y aviso de que Peña Nieto nunca se entendería con los jóvenes.” 

Ser “Compa”: ¿delito para la PGR? En El Universal, la periodista Katia D’Artigues, escribe que: “cuando ayer compartí la nota en Twitter alguien me respondió: “¿Es broma, verdad?”. Pero no, no lo es. Aunque bien podría ser nota de El Deforma (ese portal de noticias falso que ha sido dado por bueno muchas veces: la realidad es así de inverosímil). ¿En qué se basa la PGR —¡según ellos mismos dijeron!— para determinar que los 11 detenidos pertenecían a un “grupo subversivo”? ¿Un tatuaje idéntico con el nombre de Alfredo Bonanno, italiano anarquista expulsado de México en 2013 cuando venía a un encuentro anarquista en el auditorio Che Guevara de CU? ¿Videos de seguridad de alguna de las 20 mil cámaras del DF de previas reuniones violentas donde todos fueron identificados? Noooo, querido lector, lectora. 

Va textual: “entre ellos se decían ‘compas’”. No, pues sí. ¿Qué más prueba queremos? ¡Directo a una cárcel de alta seguridad!” La reacción gubernamental es unidimensional En el Excélsior, la socióloga y consultora, María Amparo Casar, escribe que: “en México estamos ante una crisis multidimensional y la reacción del gobierno ha sido hasta el momento unidimensional: “Todo como hasta ahora”, “más de lo mismo”, “la vía habitual”. Business as usual, dirían los ingleses.” El responsable del fracaso en la licitación del Tren de Alta Velocidad 

En el Excélsior, el analista y catedrático, Leo Zuckermann, escribe que: “sea cual sea la cifra, que no será insignificante, este dinero no lo pagará ni Ruiz Esparza ni Peña Nieto ni Angélica Rivera. No, lo pagaremos los contribuyentes mexicanos. ¿Acaso no hay nadie que sea el responsable de este fracaso? Ahora que el Presidente presentará una serie de medidas para fortalecer el Estado de derecho, valdría la pena incluir mecanismos de responsabilidad y rendición de cuentas de los políticos cuando cometen errores. 

Podrían comenzar reconociendo el fracaso de la licitación del tren México-Querétaro y determinar quién fue el responsable.” La “Casa Blanca” e Iguala presentes en las protestas En La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe que: “la viva indignación por los casos de Iguala y la Casa Blanca no dan a Enrique Peña Nieto la escenografía deseada para el reformismo gatopardista que pretende presentar mañana a la nación. 

En las calles continúan las marchas y las protestas, la de ayer organizada en defensa de los 11 presos políticos que resultaron luego de la provocación montada en el Zócalo capitalino (una manifestación, ayer, para exigir justicia hacia los jóvenes que marchaban, el pasado jueves, en demanda de justicia para otros jóvenes hasta ahora desaparecidos, dos meses atrás, cuando boteaban para ir al DF a protestar por otra masacre contra estudiantes, la de 1968). 

Y en el Senado el priísmo huyó de los escaños para evitar que el escándalo de la mansión de telenovela tuviese más difusión e incluso se formalizaran mecanismos confiables de indagación del evidente episodio conyugal bajo sospecha de conflicto de intereses, cohecho y lavado de dinero, con las senadoras Dolores Padierna y Layda Sansores expresando crudas verdades y argumentos difíciles de rebatir por el oficialismo legislativo.”
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