Oaxaca: alianza con PRI... contra PRI
EL FINANCIERO / Carlos Ramírez
Después de las elecciones presidenciales
de 2012, el gobernador oaxaqueño Gabino Cué Monteagudo envió un mensaje
al candidato priista ganador: la secretaría general de gobierno para un
priista y llevar la fiesta en paz.
El relevo del secretario general de
gobierno en Oaxaca, el sábado por la tarde-noche, de un priista en lugar
de un aliancista abrió un nuevo escenario político local pero con
repercusiones nacionales:
1) Se rompió la alianza del gobernador
Cué con el grupo político del periódico Noticias, uno de los
protagonistas de la crisis de 2006. El secretario general renunciante,
el expriista Jesús Martínez Álvarez, era la pieza más importante de ese
grupo en el gobierno estatal. Las alianzas más fuertes hoy del
gobernador Cué están con el PAN, el PRD y el PRI, además del apetito de
los liderazgos sociales antes radicales y rupturistas y hoy dependientes
de los beneficios del cargo público y del presupuesto federal.
2) El nuevo secretario de gobierno,
Alfonso Gómez Sandoval, es un priista de larga militancia y fue ya
director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, IEEPO. De
ahí que los primeros análisis recuerden el mensaje del gobernador Cué
al PRI que ganó las presidenciales, inclusive con el dato de que el
nuevo secretario general de gobierno, Alfonso Gómez Sandoval, hace 6
meses había ya filtrado la posibilidad de llegar a esa posición justo
después de las presidenciales, como parte del compromiso de Cué con el
PRI.
3) Oaxaca volvió a colocarse en el
centro del conflicto magisterial nacional por su papel clave en el apoyo
activo a los maestros disidentes de Guerrero. El secretario de gobierno
saliente carecía de instrumentos de poder y de apoyo del gobernador
para atender la crisis magisterial por su repudio activo en contra de la
reforma educativa constitucional aprobada. En Oaxaca se abrieron 2
posiciones irreconciliables: la que daba por cumplimiento obligatorio de
la reforma constitucional y la de la alianza gobernador-XXII para
reventar esa reforma e imponer la exigida por la XXII.
4) El relevo en la secretaría de
gobierno ocurrió en la coyuntura de prioridad política de las elecciones
de alcaldes en poco más de 150 alcaldías, porque el resto se decide por
usos y costumbres.
5) El nuevo secretario de gobierno en
Oaxaca es un priista de militancia pública hasta media hora antes de su
designación, pero para administrar la crisis en Oaxaca a favor de los
intereses contrarios al PRI: reforma educativa, candidaturas a alcaldías
PAN-PRD-MC y esta misma alianza en busca de mantener la mayoría de
diputados locales. Por cierto, para ejercer un cargo en un gobierno que
no es del PRI, un militante tricolor debe de solicitar un permiso
especial al consejo político del PRI pero en la coyuntura de que ese
funcionario tendrá que operar contra los candidatos del PRI para
mantener y ampliar las posiciones de cargos públicos del gobierno
aliancista que desplazó al PRI del gobierno estatal.
El PRI quedó en el centro de la crisis:
el tricolor quiere comenzar su regreso al poder oaxaqueño en las
municipales y legislativas locales y un priista llegó al manejo de las
elecciones; con ese movimiento, el gobernador cedió al PRI el manejo de
las elecciones, pero con mecanismos de apoyo a la alianza
PAN-PRD-Movimiento Ciudadano fuera del alcance y control de la
secretaría de gobierno. Así, el gobernador Cué jugará en dos canchas: la
abierta por si el PRI pierde con un secretario de gobierno priista y la
real a través de la estructura de poder del gobernador a favor de los
candidatos opositores al PRI. Por lo pronto, la secretaría de gobierno
de Oaxaca carece de poder, fue desmantelada y en realidad no tiene cómo
participar en la solución de problemas reales.
La lucha política entre los grupos de
poder ha impedido la solución de problemas, ha desviado el presupuesto
hacia el reparto del botín y ha convertido la administración estatal en
un rompecabezas con muchos grupos: el periódico Noticias, los
expriistas-neopanistas del exgobernador Diódoro Carrasco Altamirano,
expriistas que trabajan en el gobierno aliancista, el grupo
Convergencia-Movimiento Ciudadano que está copado por el gobernador Cué,
el grupo político de René Bejarano que opera en Oaxaca, el PAN, el PRD y
los lopezobradoristas que han conformado la delegación estatal del
Movimiento de Renovación de López Obrador.
Además, en las estructuras de gobierno
se localizan los intereses dominantes de la Sección XXII de maestros, la
multitud de organizaciones civiles rupturistas y activistas incrustadas
ya en la estructura de poder y del presupuesto estatal y el propio
grupo político del gobernador Cué que estaría enfilando posiciones para
las elecciones de gobernador en el cercano 2016. En este contexto, el
gobernador Cué es sólo el administrador de una coalición ingobernable.
El texto de la renuncia de Martínez
Álvarez a la secretaría de gobierno dejó, como dicen en Oaxaca, la
víbora chillando: reveló que Oaxaca carece de gobierno y es operado por
alianzas de grupos de poder perredistas y antisistémicos. Tras señalar
la existencia de desafíos tradicionales, Martínez Álvarez manifestó que
"ojalá sólo se hubiera tratado de resolver esos desafíos. Sin embargo,
una y otra vez he podido constatar que asuntos que ya debieron de
haberse resuelto y otros que están en proceso de solución son
reactivados por intereses internos, muchos de los cuales, supongo,
tienen el propósito de perjudicarme a mí, lo que sería lo de menos; lo
grave es que terminan dañando al propio gobierno que usted encabeza y a
la población".
La crisis en Oaxaca se debe enfocar como
parte del colapso de 2006: el expriista Cué tuvo que pactar con los
grupos radicales y rupturistas y ahora parece haber quedado atrapado en
una telaraña de intereses que han inmovilizado la acción del gobierno
estatal. Y el movimiento para incrustar al PRI en la secretaría de
gobierno sería engañoso para que el funcionario priista trabaje por una
agenda no sólo contraria al PRI sino para seguir aplastando al PRI y
para que la Sección XXII siga gobernando en Oaxaca y ahora para
incumplir la reforma educativa constitucional que es obligatoria para
todos los ciudadanos.
LA REGIÓN SEMANARIO