Así es la psicología de un cinéfilo

Prisko Galindo 
25//Febrero//2013
http://quo.mx

Estos son los trastornos mentales que nos presentan en el cine.

Charlie y Hank no pueden ser más opuestos, mientras que el primero es amable, sensible y servicial, el otro es agresivo, rudo y grosero.

Charlie y Hank están enamorados de la misma mujer y el tema parecería ser una de las más gastadas fórmulas para una típica película de Hollywood, de no ser porque Charlie y Hank son una misma persona, interpretada por Jim Carrey en Irene, yo y mi otro yo.

Y es que Charlie/Hank es, según el filme, un "esquizofrénico paranoico con crisis narcisistas involuntarias". El mismo año de su estreno (2000), la Asociación Nacional sobre Enfermedades Mentales de Estados Unidos y la Asociación Psiquiátrica Canadiense protestaron por la incorrecta representación de los síntomas de la esquizofrenia en la comedia de los hermanos Farrelly. Al parecer, nadie previno a los psicólogos sobre la incorrección política de estos cineastas.

Estereotipos, exageraciones e inexactitudes aparte, lo cierto es que personajes mentalmente aquejados han atraído desde siempre a actores, directores y guionistas por igual. No menos cierto es que el análisis de la filmografía completa de Woody Allen debería ser materia obligatoria en cualquier curso introductorio de psicología.

El siguiente catálogo puede servir de guía durante su paseo por los corredores del cerebro humano. No debe extrañarnos que algunos especialistas hayan publicado estudios en los que se analizan los beneficios del uso de películas en psicoterapias.

Fobias

El miedo intenso, angustioso y excesivo a determinadas personas, cosas o situaciones, asociado con algún temor inconsciente, no sólo ha sido el tema que dio el título a Aracnofobia, sino parte central de clásicos como Vértigo de Alfred Hitchcock. Como en ciertos casos no sería muy recomendable enfrentar a los pacientes in vivo a los objetos de sus fobias, algunos investigadores han propuesto como alternativa la exposición in virtuo. ¿Para qué vivimos en el siglo XXI si no podemos recurrir a la realidad virtual cuando se le necesita? Ni siquiera necesitamos tecnología sofisticada para hacerlo: basta con adaptar un videojuego, como demostraron Stéphane Bouchard y sus colegas en 2006, al ayudar a 11 personas con aracnofobia a controlar su ansiedad en la vida real mediante arañas virtuales. De haber existido la realidad virtual en los tiempos de sus aventuras, ¿habría superado así Indiana Jones su horror a las serpientes?

Desorden obsesivo compulsivo

Los psicólogos concuerdan en que el novelista interpretado por Jack Nicholson en Mejor... imposible hace honor al título de la cinta en lo que se refiere a representación de la sintomatología de alguien aquejado con este desorden.

Según el Manual de Diagnóstico y Estadística de Desórdenes Mentales, el aspecto obsesivo implica que "intenta ignorar o suprimir pensamientos, impulsos o imágenes o neutralizarlos mediante algún otro pensamiento o acción", como Melvin/Jack al lavarse continuamente las manos. Aunque hay especialistas que protestan por el hecho de que, en aras del happy ending, no quede claro en qué proporción Melvin mejora gracias a los medicamentos o al amor.

Ética y psicología

Si la vida fuera como en el cine de Hollywood, una buena forma de encontrar pareja sería visitar el consultorio de un psicólogo, sobre todo si el paciente es hombre y el doctor mujer. Ni Barbra Streisand en El príncipe de las mareas, ni Lena Olin en Mr. Jones: Un irresistible seductor evitaron convertir una relación profesional en otra sexual. De acuerdo con un estudio de Glen O. Gabbard publicado en 1999, en el caso de los terapeutas masculinos, Gabbard halló 17 películas en las que esto ocurre. Fuera de la sala de cine la proporción muestra que: por cada caso de mal comportamiento de índole sexual por parte de mujeres psicólogas, hay por lo menos tres en los que el responsable es hombre.

Psicológico y científico

¿Quiere hacerse una idea de cómo se hace una investigación científica en psicología?No puede dejar de ver a Robin Williams y Robert de Niro en Despertares; basada en un libro de Oliver Sacks, también autor de uno de los mejores libros de divulgación sobre casos clínicos en psicología: El hombre que confundía a su mujer con un sombrero describe el tratamiento con el aminóacido L dopa en pacientes con encefalitis letárgica. Si, además, le apasionan las biopics, disfrutará al ver a Liam Neeson como Alfred Kinsey en la película sobre la vida de este entomólogo, más famoso por su trabajo sobre la sexualidad humana. Kinsey fue galardonada en 2004 con el Premio Alfred P. Sloan como mejor película en la categoría de Ciencia y Tecnología.
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