SER MUJER…


Mirna Toxqui Oliver

¡No le diré a Dios cuán grande es mi problema
Le diré a mi problema cuán grande es Dios!

Todos los días es una realidad que enfrentamos problemas que en la medida en que dimensionamos el para qué y no el por qué podremos hacerle frente sin tener la duda de que tienen un propósito de vida.

Un problema es algún asunto o cuestión que necesita alguna solución y generalmente batallamos en lo social con aspectos de convivencia, respeto y tolerancia y más aún en lo económico, por lo que nadie está exento de tener problemas y necesidades que si en nuestros temas pendientes cotidianos los marcamos como retos y valoramos que en el caminar no estamos solos, vale la pena asumirlos con la esperanza de que a la brevedad se marquen como prueba superada.

Existe una promesa para nuestras vidas de que jamás nos probaran más allá de lo que podamos soportar y nos han dado espíritu de valentía y no de cobardía, por lo que en medio de la tormenta que se enfrente hay que tener presente que aun cuan más difícil se vea, es para moldear nuestro carácter, la madurez y el grado de confianza en Dios, sin batallas no hay triunfos y sin pruebas no hay victorias, bien vale la pena tomar el reto para disfrutar la victoria y la fortaleza.

Una vida fácil no trae historias y recuerdos, que aburrido sería una vida sin retos, sin historias que te permitan valorar lo que Dios te da y recordar con nostalgia lo difícil de esos momentos y ahora con una sonrisa el rico sabor de boca al vencer al gigante que te robo paz, tranquilidad y medir y calcular cómo no volver a caer en ese hoyo y tropezar con esa piedra.

El entender para qué, tiene un sentido de mucha trascendencia ya que lejos de que sea más fácil atormentarse en el por qué a mí, el valor de las circunstancias y el propósito de todas las pruebas fortalece siempre el carácter y permite ver la vulnerabilidad hasta del que presume ser siempre el más fuerte e insensible, hasta doblegar su egoísmo y entender que nunca sólo se puede hacer algo y llegar a la meta de buscar la unidad y hacer en equipo la misión y visión que tenemos en el mundo.

Los problemas resultan ser entonces una maravillosa herramienta que nos permite crecer, madurar y forjaren en todos a una mejor persona, es complicado decirlo cuando estamos en medio de la tormenta, pero si le dices a tus problemas cuán grande es Dios y te pones en sus manos, verás que vas camino a otro nivel.

Para que el oro llegue a ser un material precioso, tiene que someterse al fuego y apreciamos que al final es un gran producto , por lo que entre más grande sea la prueba hay que prepararse porque vienen muchas y mejores bendiciones, hay que aprender a esperar en Dios para disfrutar después de una gran lluvia, un majestuoso arco iris. Bendiciones!










Mirna Toxqui Oliver es:
Publirelacionista, Investigadora y una gran mujer política.
Con la tecnología de Blogger.