Un Obispo Emprendedor: José Antonio Fernández Hurtado

CODIPACS (Comisión Diocesana de Pastoral de la Comunicación Social)

Mucho se ha hablado, sobre la figura que representa el Excelentísimo Señor Obispo Don José Antonio Fernández Hurtado, hoy Arzobispo de Durango sobre el papel que desempeñó en los 9 años y medio, que estuvo a cargo de la Diócesis de Tuxtepec.

Cosas buenas, cosas malas, hechos y también ¿porque no? Cosas inventadas y sin fundamento,más que el desconocimiento y la mala voluntad de las personas.  La verdad es que, todos, los que, lo hemos conocido y tratado nos damos cuenta de su personalidad fuerte y a la vez con una sensibilidad a flor de piel, que le permite apreciar hasta el másmínimo detalle de lo que acontece a su alrededor.

Su sencillez característica, que le permite desde saludar al más cercano de sus colaboradores,así como levantar en sus brazos  a una pequeñita que se acerca a Él, siempre con una gran sonrisa que describe su calidez humana, ese Don de Gente, que le permite acercase a todos su feligreses y aún a sus detractores, siempre amable y cortés logrando de esta manera, una sensibilización de la población católica, de la Diócesis de Tuxtepec, para dar un paso adelante con diversos proyectos. 

Partiendo de su capacidad como Educador, vio como prioridad en la Diócesis la formación tanto de Sacerdotes como de Religiosos y Laicos para impulsar así una catequesis basada en cimientos sólidos, que lleven a una realización plena de Sacerdotes Consagrados y Laicos Comprometidos.

Quizá fue un “sueño imposible” cuando pronuncio por primera vez el Plan de Pastoral, el Radiotón y La Barca entre otros y que el día de hoy son toda una realidad, lo cierto, es que con toda esta revolución, dentro de nuestra Diócesis podemos decir que, Don José Antonio fue un Obispo con mucha Visión y ahora es un Arzobispo con una gran perspectiva, a iniciar una nueva misión en Durango.

Don José Antonio lo vamos a extrañar mucho, vamos a extrañar sus pláticas, sus proyectos, sus sueños, su sentido del humor, su trabajo, su apertura, que Dios lo acompañe en su nueva encomienda, no le decimos adiós sino hasta pronto.